Tras cinco años de relación con la mamá superviviente, nos empezamos a plantear ampliar la familia con algún miembro más de dos patas (y sin plumas). Ya sabéis, la vida frenética de hoy en día te mete en una vorágine de trabajo, estrés y llenar de vida los ratos libres que cuando te quieres dar cuenta te plantas en los 40 y sin expectativas de bebé por ningún sitio. Eso le pasó a ella, 41 años y viendo que se nos empezaba a hacer un poco tarde (a mí no, soy un yogurín de 30 😎) comenzamos a hacer ruta por las clínicas de fertilidad de la ciudad donde vivíamos, Sevilla, ya que por circunstancias que os contaré en otro momento, no puedo tener bebés.
Así que a ello nos pusimos, búsqueda por internet, comparativas y opiniones, y finalmente nos decidimos por visitar a tres: Ginemed, Imer y Embryocenter. Cabe decir que la web de ReproducciónAsistida.org nos ayudó muchísimo en esta labor de búsqueda.
En primer lugar fuimos a GINEMED: es una clínica de las más conocidas, a mí me sonaba el nombre y no tenía ni idea de reproducción asistida, así que fuimos con buenas expectativas. El trato fue muy bueno por parte de recepción y de todo el personal. Expusimos nuestro caso y nos explicaron la inseminación artificial, nos mandaron pruebas y nos dieron presupuesto. Hasta aquí todo bien, nos fuimos contentos.
El desencanto (con Ginemed) vino cuando visitamos la segunda clínica, EMBRYOCENTER. También el trato fue excelente de parte de todo el equipo, pero la diferencia la marcó sin duda la explicación del médico sobre los distintos tratamientos disponibles, y sobre todo la orientación hacia nuestro caso en particular, que siendo ella mayor de 40, nos aconsejaba directamente FIV para perder el menor tiempo posible. Nos quedaron todas las dudas resueltas e igualmente nos indicaron las pruebas necesarias y nos dieron presupuesto, tanto de IA, como de FIV para que decidiéramos nosotros.
A estas alturas, teníamos casi claro que nos quedábamos en Embryocenter, además ofrecían buenas condiciones de financiación. Hasta que llegamos a IMER. Al igual que en las otras dos clínicas muy buen trato desde el primer momento, también quedamos muy satisfechos con la explicación del doctor, aclaramos nuestras dudas y nos fuimos con el presupuesto bajo el brazo.
Claramente estábamos entre EC e Imer, y lo que nos hizo decantarnos finalmente por IMER fue, además del presupuesto, bastante más bajo que el de Embryocenter, la llamada de una de las chicas de la web de ReproducciónAsistida.org que nos informó sobre la calidad de los laboratorios de Imer. Por lo que finalmente nos quedamos con esta última y fuimos a por la FIV directamente.
No quiero aburriros mucho... por lo que divido el post en dos para meternos en materia ya en el siguiente, y contaros nuestra experiencia con el tratamiento.
¡Gracias si has llegado hasta aquí y te deseo un fin de semana lleno siestas largas y peques dormidos a la primera! 👋
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